Se dice

Se dice que mi padre vivía dentro de una guitarra, que sus ojos eran como el mar y su alma solitaria. Se dice también que por mis venas corre música, que me regaló el libro, otros cuentan que además él me heredó el dolor y la certeza. Creo o invento, que me escribió una canción... Vuela, canta, corre y ríe sin parar...confieso también que aveces intento recordarla, decía: "Tus ojos almedras y tu pelo al viento como mariposas"

Recuerdos

"Y así como me enamoro, también olvido"

Los recuerdos enamoran, son reconstruidos con placeres y mejorados con olvidos, a veces los recuerdos pueden ser más peligrosos que el suceso en si, perfeccionados en la trampa de la mente, nos juegan a creer que nunca algo será mejor, de ahí nace la nostalgia, el engaño personal y las obseciones. Aferrarse al pasado podría considerarse naturaleza humana, pues es parte de nuestra conciencia, quizás un sistema de autodefensa, pero las emociones corren más riesgo frente al obstáculo del recuerdo que al del olvido en si, el olvido es amistoso es como una venda que nos permite dejar de acariciar esa gangrenosa herida que cargamos orgullosos, considerándola un oasis en nuestro mundo terrenal. Pero ¿Quién no se ha sentido atraído por una memoria? Aquel que lo niegue peca de soberbia, es debilidad natural, es un acertijo a la llamada "lógica"que aseguramos poseer. Aquel que logre descubrir la fórmula del olvido, será sin duda alguna un héroe mundial. Un blanqueamiento mental voluntario parece una opción llamativa, que lástima que realmente preferimos las cadenas, al menos yo admito orgullosa que lo natural es el masoquismo ¿Acaso nadie se ha sorprendido a si mismo citando voluntariamente sucesos dolorosos? Hacer caso omiso a aquello me parece un intento fallido de sentirse superior, falta de aceptación hacia la fragilidad e imprudencia de nuestros sentimientos. De ello es que deberíamos sentirnos afortunados, de poseer almas delicadas, lo demás son escudos medievales popularizados en una época moderna.

Extractos

Bristol, Febrero 2012:

"Quizás sea tiempo, alzando la mira, tragándome nuevos sonidos. Me gustaría decirte tanto, ya debes sospechar de mi atolondrado corazón, no piensa dos veces. A veces creo que escupe palabras y no es capaz de mentir a los ojos ajenos. Me gustaría saber tanto y otro tanto que intuyo, pero me quedo con las sensaciones, y en mi las sensaciones siempre han construido recuerdos...He de recordarte por esa constelación que ocultas en tu frente, que estalla y se dispara a través de tu mirada"

Me declaro

Tan estúpida, tan superficial, tan ajena a aquellos que te conocen. Nadie se detiene, nadie comprende, la gente dice que ella actúa como un animal, más me hace pensar en una liebre escurridiza, no quiere lazos, no quiere visiones, busca soluciones sencillas y actúa por instinto, al final lo único importante es sobrevivir. No es buscar atención, es evadirla, es simplemente ser. Corre rápido y sabe que la alcanzan, con un simple disparo puede quedar en evidencia que la vida salvaje no es para nada justa. Susurrará nombres sin emitir sonido y algún día cuando menos los esperen se convertirá en cisne y saldrá a volar. Ella es tan compleja, es una caos, quizás un desastre, pero comprender su actuar es absolutamente simple. Es sencillo, se enreda a base de intuiciones. Sus ojos brillan y siempre tiene una sonrisa en la cara, pues a decidido vivir convertida en naturaleza, pero aunque no parezca, siempre está preparada para correr y dejarlo todo atrás, pues en el fondo de su pecho siempre se alberga el miedo.

Zapatos con flores

Corre rápidamente, se me escapa de las manos, se graba en mi piel y dibuja en mi mente. Nunca lo comprenderé o quizás el día que lo haga será demasiado tarde, aún así, ya no temo. Puedo elevar mi mirada y repartir mi sangre en la tierra. Correr, de noche correr, y con pulmones intoxicados. Pero aún así siento que el destino ha sido astuto y se a conjugado de un modo perfecto. Mis rodillas se doblan, pero abajo nacen esperanzas y tal como sucedió antes, esperaré ansiosa mi sorpresa.

Insano

Yo rasguño mis cicatrices, las siento vivas, las siento latentes, las presiono tan fuertes que las abro de nuevo, así todo vuelve al principio pero cada vez más borroso, como una película vieja.

El ave que vive al final de mi espalda

Frío hielo corre desde su vientre
Llevándose consigo las ilusiones ajenas
Dama oculta ¿Cuándo será el día?
¿Cuándo mostrarás a ellos tu inmensa gracias?
Esa risa tuya, que lleva de todo menos bondad.
La mirada congelante y el aroma inmortal
¡Arremete luego! Espíritu atrapado
entre las cárceles de lo prohibido...